In The Wonderland (FC)1: Inicio




Alice in The Wonderland Fan-Fic
Capítulo 1: Inicio


(Londres, Inglaterra) 


Lyla Evans es una adolescente-adulta de 19 años que se encuentra dando su paseo matutino por la plaza de Lewis Caroll, autor del famoso libro de Alicia en el país de las maravillas, un libro imaginativo y fantástico que aun hoy en día se lee mucho. 
O por lo menos se creía que era solo un mito....
Lyla es una bella mujer de tez blanca, con el cabello recogido en una coleta, de colores rubios y medio amarronado, lleva como sujetador/broche para el cabello una nota negra, una camiseta de una banda de música que le gusta, un chaleco femenino nuevo de moda, oscuro, unos jeans azul oscuro y unos zapatos amarronados, al estilo vaqueros; sin embargo, lo más atractivo de su inigualable figura y atrayente personalidad, son sus ojos, una mezcla de esmeraldas con zafiros.  Sin duda, la mujer perfecta para cualquier persona que aspirará a salir con ella o casarse. 
Lyla caminaba tranquilamente, mientras tenía un libro en mano, un libro con varias notas periodísticas que su padre le había hecho, solo para ella, el libro parecía atraerle bastante; incluso al punto en que no se dió cuenta que había entrado a la zona prohibida de la plaza de Caroll, donde un enorme árbol, que lleva varios siglos allí, es el máximo gobernante de esa zona, al ver a donde había llegado, Layla se disponía a volver sobre sus pasos para no tener problemas y si alguien la veía, le diría que por un error había terminado allí, pero no pudo. Un conejo marroncito de largas y bellas orejas, con unos ojos como la mezcla de las esmeraldas y los diamantes, hizo su aparición captando su atención completamente, el conejito se paró a ver a Layla, la joven se acercó al Conejo, el cual se lanzó al gran hueco del enorme árbol, Layla, cegada por su curiosidad, entró al hueco del árbol, pero para su sorpresa, el conejo la atrajo dentro del hueco, haciéndola caer y caer, sin que hubiera un final, por un largo "túnel", hasta que al final, calló en como si fuera, una habitación, aunque solo habían cuatro puertas, cerca de ella había una mesa con una llave, Layla tomó la llave y se acercó a la puerta azul, en ella esperaba el conejito.
Al acercarse a la puerta azul con la llave, la puerta se abrió y conejo entró rápidamente por la puerta, Layla siguió al conejo, luego de que ella entrará la puerta se cerró totalmente. 
Layla abrió los ojos, no podía ver lo que creía, un jardín gigantesco, o por lo menos eso parecía, estaba frente a ella, a una gran distancia, pudo distinguir unas flores bastante peculiares, dado, que para su sorpresa, parecían tener rostro. 
Layla abrió sus ojos y los cerró rápidamente, realmente parecía que tuvieran rostros humanos esas flores, se puso de pie y vio a 10 metros de ella, al conejo que había perseguido, Layla le sonrió amablemente y dijo: 

-Ven pequeño, no voy a hacerte daño. 


El conejo comenzó a brillar de un tono medio como el diamante. Y apareció una silueta de diamante de una chica, para luego romperse y hacer aparecer a la chica de la silueta frente a Layla, la cual miró sorprendida a la chica que había sido el conejo en algún momento.
La chica se acercó sonriendo amablemente a Layla, hasta quedar a unos pocos metros de Layla. Era una chica de tez pálida, de cabellos amarronados como el chocolate, ojos como una combinación de esmeraldas y diamantes, con un vestido azul, en el cual llevaba un gran moño en la parte del cuello blanco, con unos googles marrones, con un collar de una corona, el vestido tenía unos símbolos como diamantes blancos y dorados, con unos volantes blancos abajo, y llevaba unos zapatos amarronados con azul.  

-Mi nombre es Cecile, yo soy el conejo de el reino de espadas; Y mano derecha de la reina de espadas. Encantada de conocerte, Layla. 


Layla no podía creer lo que estaba sucediendo, parecía como si ella fuera Alice del libro de Lewis Caroll.
Cecile tomó un pequeño frasquito de cristal, con el símbolo en la punta del as de espadas, en el cual había un liquido como agua, Cecile bebió el contenido del frasco, pero sin tragarlo. Dio unos pocos pasos hacía Layla, y para sorpresa de Layla, los labios de Cecile se encontraron con los de ella, Cecile le transmitió el contenido del frasco a Layla mediante el beso, Layla retrocedió un poco, pero tropezó, sin embargo, Cecile aun no se apartaba de aquel "beso" que le estaba dando a Layla. 
Layla terminó tragando el contenido del frasco que Cecile le dio, fue entonces cuando Cecile se separó de Layla.
Cecile rió burlona mientras miraba a Layla. 

-¿Acaso no sabes besar, Layla? 
-¿C-Como? 
-No importa, eso se puede cambiar, Yo lo puedo cambiar. 
-A-Aléjate, ¿Q-Que fue eso que me diste? 
-Oh, ¿Eso?, Solo fue una "medicina", por así decirlo.
-¿Medicina?..., ¿En que consiste?, Yo no me siento enferma ni nada de eso. 
-Es para que no te vayas por un tiempo~
-¿Como...?


Cecile le sonrió a Layla, pero para la sorpresa de la misma, Cecile volvió a besar a Layla, pero estaba vez Layla lo sintió diferente, odiaba admitirlo, pero Cecile había unido sus lenguas en un beso, que tras unos minutos, se rompió, Layla se sonrojó, es la segunda vez que Cecile hace eso.
Cecile le acarició el rostro.

-Así es como se besa, Layla. 
-C-Callate, Idiota. 
-Oye..., eso no es muy educado de tu parte, Layla~ 
-¿Que mas piensas hacer?, ¿Seguir burlándote de mi de esta manera?, ¡¿Que diablos quieres de mi!?  
-Yo..., ¿Burlarme?..., N-No..., te equivocas..., y-yo no me burlo...., n-no he hecho eso... 
-Solo llevame a algún lugar que no sea este...
-...Esta bien...


Cecile guió a Layla con rumbo hacía un pueblo del reino de Espadas, Cecile no dijo una palabra más a Layla, solo se limitó a hablar con las personas del pueblo, Cecile buscó por todas partes, pero no encontró a nadie del pueblo para que les prestaran dos caballos para ir a la capital, se había anunciado una tormenta y nadie quería arriesgar a los caballos por una desconocida que había llegado de la nada, aunque fuera por Cecile.
Cecile consiguió una posada para las dos, aunque una habitación separada de la otra, la discusión que había tenido con Layla había conseguido desanimarla bastante, Layla trató de hablar nuevamente con Cecile en la cena, pero Cecile no se presentó, se había encerrado en su habitación sin comer desde la tarde. 
Layla tras terminar de cenar, subió las escaleras con rumbo a la habitación de Cecile, tocó la puerta varias veces y llamó por Cecile, pero no hubo respuesta, intentó entrar forzando la puerta, pero estaba trabada con candados parecía y varias cosas más. Layla se preocupó más y más por Cecile y siguió llamándola tratando de convencerla de comer algo, aunque fuera un sandwich; Pero la respuesta de hielo de Cecile seguía igual.  


-Cecile, abre la puerta, por favor..., lamentó haber dicho eso...


La respuesta siguió siendo el horrible e hiriente silencio, Layla decidió dejarlo así, aunque sea por el resto de la noche, a lo mejor, por la mañana las tripas de Cecile le rugirían y bajaría a comer.
Layla fue a su habitación, donde se recostó en la cama a dormir. 
Por la mañana, Layla se había levantado aproximadamente, a eso de las 6 de la mañana, bajó las escaleras y vio a Cecile desayunando junto a una ventana, mientras tenía la mirada perdida en la misma.
Layla sonrió de oreja a oreja, con un pequeño rubor en sus mejillas, y se acercó velozmente a la mesa junto a Cecile: 

-Que bueno que hayas salido, me tenías muy preocupada. 
-Umm
-¿Que te parece si hoy vamos a pasear por el pueblo?, ¿Oh a la dulcería?, ¿La librería? 
- No estamos vacacionando, en dos día ocurrirá la tormenta, cuando termine la tormenta te llevaré al castillo a ver a la reina, si tanto quieres irte puedes arreglar algo con ella. Así que no te acostumbres a nada. Dado que volverás rápido, como querías. 
-Cecile...., c-creo que me gustaría quedarme un poco más.
-No soy idiota. 
-¿Cecile?..., ¿Que te sucede?, ¿No te gustaría saber porque me quedaré? 
-No es de mi incumbencia, Layla. 

Layla pudo sentir como si el decir su nombre, para Cecile fuera como abrazar un cactus, era realmente frío y árido..., Layla no creyó que ese comentario iba a afectarle tanto a Cecile, su personalidad y ser habían cambiado en un giro de 180°, realmente, muy diferente era a la Cecile que conoció ayer por la tarde, con la cual había intercambiado un momento diferente y especial que jamás hubiera compartido con algún hombre. Layla suspiró y vio como la mirada de Cecile, que en un momento fue dulce y apasionada, ahora era fría y insensible. 
Layla observó como Cecile se levantó de la silla para retirarse y salir de la posada, solo pudo hacer eso, observar, Cecile parecía haberse cubierto con una armadura impenetrable, con el frío abismal, y las tinieblas como agujas, la cubrían.
Layla suspiró y tras terminar de desayunar, salió de la posada tratando de encontrar a Cecile, la cual, no se había alejado nada, estaba sentada en un banca al lado de la posada, mirando al suelo.

-¿C-Cecile? 

Layla llamó a Cecile, la cual al levantar la cabeza para ver quien la llamó, se podían ver las lagrimas cayendo, brotando en sus ojos y escurriéndose por sus mejillas. 

-¿S-Si? 



(Fin del Capítulo 1)
(Continuara...)

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